La primera exigencia para que un material reciclado pueda volver al ciclo constructivo y sustituir en parte o totalmente a un material primario, es que lo construido no sufra por su causa una merma de calidad. La segunda exigencia es que su empleo no represente un riesgo para el medio ambiente y en general que ayude a cumplir con el requisito de la sostenibilidad.

Finalmente el mercado determina el que el producto reciclado pueda aparecer y competir en el sector de productos de construcción y obra pública.

Todo ello implica la existencia de una tecnología y un saber hacer en la selección, tratamiento y producción, que permita considerar el reciclado como un producto que cumpla unas normas y tenga una constancia de calidad técnica y ambiental

De acuerdo con lo expuesto, el Plan Nacional de Residuos de Construcción y Demolición, propone como no podría ser de otra manera, actuar según la jerarquía de opciones de gestión, plasmada en la Ley de Residuos. Es decir, en primer lugar prevenir la generación de residuos, reutilizar, reciclar todo lo que sea posible, valorizar energéticamente aquello cuyo poder calorífico lo justifique, y dejar la opción del vertedero para los rechazos de las operaciones anteriores, o cuando no haya otra opción viable.

Planta móvil de triturado de RCD:

Los residuos son sometidos al llegar a una selección previa, separándose los hormigones y cerámicos de la madera, plásticos, corchos, metales, etc.

Posteriormente, el escombro ya seleccionado es transportado a la planta móvil donde es triturado y seleccionado según las distintas granulometrías y calidades, para su posterior utilización como árido.